lunes, 2 de abril de 2007

Diario de un pirata

Aquí estoy una semana más, sentado en mi humilde habitáculo, con la única compañía de mi pluma, y una tenue luz, dispuesto a relatar lo sucedido esta semana. No es buena hora ya que el sueño atenaza mi lucidez, ni tan siquiera buen lugar para hacerlo, pero como comprometido estoy con mi labor, a ello me pongo.

Es difícil resumir en pocas líneas, una batalla tan grandiosa. Ni cien victorias seguidas, igualaran lo conseguido ayer. Por no comenzar por el final, y poder poner en antecedentes a los allí ausentes, comenzaré mi relato, con una frase del señor de los corsarios, y en su honor encabezaré mi hoja poniendo: "Batalla épica".

El principio de semana había sido tranquilo. Tras semanas de intensos vendavales, la tripulación trataba de adecentar la cubierta. No faltaron los enfermos, ni las tácticas previas de combate, ni tan siquiera las grandes comilonas. Todo estaba dispuesto para enfrentarnos una vez más a otro enemigo cruel.

Se presumía un combate difícil. Nuestro adversario conocía perfectamente nuestros movimientos en combate, y su tripulación se presumía muy superior a la nuestra. El lugar de la contienda era conocido por ambos, e incluso los dos capitanes se conocían con anterioridad.

No pasaré a relatar con detalles todo lo acontecido en batalla, pero si diré que fue grande, muy grande, como aquellas grandes luchas que adornan los libros de historia. Creo que aunque pasen muchos años, siempre quedara algún lugareño que recordará aquel choque. La primera parte del combate, fue un cúmulo de despropósitos. Errores propios y ajenos, hicieron que nos quedáramos en inferioridad numérica y con nuestra línea de flotación seriamente dañada. Si tuviéramos que cuantificar el desarrollo de la batalla hasta ese momento, podría ser perfectamente (San Vicente 3 - Pauldarrak 1).

Tras cuarenta y cinco minutos de intensa lucha y completa desorientación por nuestra parte, los dos contendientes se retiraron brevemente para adecentar los desperfectos y revisar sus tácticas de combate. Desde un punto de vista objetivo, la victoria enemiga parecía clara, pero cuando peor pintaban las cosas, sucedió lo inesperado. Todos juntos formando una piña, como tantas otras veces habían hecho, entonaron su grito de guerra. Uno! Dos! Tres! Paules!. Parecía un gesto de cara a la galería, pero lo que ellos no sabían, es que su grito de guerra llevaba oculto un mensaje, que tal vez pocos en ese momento tomaban en serio o llegaban a oír.

"¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río; no me abandone la suerte, y al mismo que me condena, colgaré de alguna entena, quizá en su propio navío."

Y así sucedió, el orgullo afloró, y se logró equilibrar la contienda. Que nadie piense que fue fácil!!!!. Las sucesivas escaramuzas, nos dejaron varios damnificados, alguno de ellos con heridas de muy mala pinta, que obligaron a los de Sparrow a luchar en clara inferioridad numérica. Pese a todo, y a no poder declararse ganador nuestra tripulación, la sensación que flotaba en el aire no era la misma. Inmersos en una alegría indescriptible, los bribones de ultramar, se empezaron a dar cuenta de lo que muchas otras veces se les había intentado inculcar. "Este barco nunca pierde, solamente se le gana".

Ahora ya sabéis lo que pasó. Numerosos heridos, mucha lucha, y otro barco enemigo seriamente dañado por nuestras fauces. Estas semanas nos tocará recuperar a nuestros compañeros de viaje de sus heridas, y arreglar los cuantiosos desperfectos sufridos en la contienda. Pero nada de esto, impedirá que nuestro barco siga rumbo al acecho de nuestro siguiente objetivo: un hermoso bergantín llamado Trapagaran.

Y ahora para los más incrédulos solo deciros una última cosa. Hay quien asegura que si se presta mucha atención, podréis oír un murmullo que viene del mar, que dice: Ron, Ron otra botella de Ron.

6 comentarios:

Paul O`Cherry dijo...

Toño, me has dejado sin palabras. Increible el diario de un pirata de esta semana. Quiero agredecerte en nombre de todos el trabajo que estas haciendo tanto en los entrenamientos como en el blog, que cada lunes nos hace tener una sonrisa de oreja a oreja y sentirnos orgullosos por nuestro trabajo. Es increible como te has involucrado en el equipo hasta convertirte en uno mas de nosotros. Creo que escribir "Diario de un pirata" cada lunes por la mañana demuestra que poco a poco vas queriendo a este club tanto como algunos de nosotros, que llevamos enamorados de el desde hace 10 años.

Gracias Toño!

VAMOS PAÚLES VAMOS!!!

Asier dijo...

Que grande eres Toño!!!!

Con estos relatos de nuestras épicas contiendas demuestras que sientes el espíritu del Paules dentro de ti, como todos nosotros. Eres grande Toño.

Quiero mandar un mensaje de apoyo a Erra, que te recuperes pronto, un abrazo compañero.

El domingo casi se me sale el corazon por la boca de nuevo, vaya pelotas que teneis todos!!!
ANIMO PAULES!!!

Paul O`Cherry dijo...

En cuanto a mis compañeros, decirles que nunca como ayer me he sentido tan orgulloso de mis compañeros en un partido. Se pudo ver un espíritu lleno de lucha y sacrificio por parte de todos digno de admirar. Y es que ahora creemos en nosotros mismos. Desde el grito del descanso sabíamos que era posible al menos empatar, y allí fuimos, "Luchar para morir". Lo dimos todo, y así chavales, no nos gana nadie.

Muchos ánimos para Erra, te echaremos en falta en el campo, pero sobre todo te echaremos de menos.Ánimo compañero.

Muchos ánimos tb para Iñigo que estaba haciendolo de puñetera madre pero una exagerada interpretación del árbitro no le permitió que completara un tremendo partido y además le deja en la grada en el próximo partido.

Gargamel dijo...

Cerezo, creo que los 3 mapachitos no te han sentado bien. Han desatado un amor hacia tus compañeros inexplicable. No estarás besando ahora mismo la foto de cuando subisteis a primera??. Por mi parte recuerda que casi todos los entrenamientos os acordais repetidamente de toda mi familia y en el fondo eso me gusta. Ver a los mapachitos detrás del abuelo mapache con la lengua fuera me hace sentirme joven. Prometo daros todavia mas caña mientras las piernas me respondan pandilla de vagos, mercenarios, borrachos, tragones (es para ver si dejas de sentir ese amor fraternal hacia mi persona). En serio, se agradecen las palabras, pero no recortaré mis 20 minutos de carrera. Si el tiempo me lo permite, haré una cronica de lo sucedido el viernes, que seguro tiene mas miga.

Melo dijo...

Digno de elogio el relato, enhorabuena toño.Estoy de acuerdo con cerezo en lo de la sonrisa de los lunes por la mañana...Cerezo, no des tanto jabon a los compañeros que al final alguno se lo va a creer...
Por ultimo tengo una duda, estoy expulsado para el proximo partido?
venga tios, animos y a disfrutar una semana más.

Paul O`Cherry dijo...

Creo que en el acta puso lo de que estabas expulsado.